Aunque en un principio daba algo de miedo por el tema del idioma, una vez llegué vi que no era un gran problema. El portugués es fácil de entender. Si se dan cuenta que no lo comprendes muy bien, hablan más despacio o en inglés e incluso, hay bastantes portugueses que hablan español.

En cuanto a las amistades, al segundo día de mi llegada ya me había integrado con la gente de la residencia. Allí hemos creado un grupo y cada día uno cocina una comida típica de su tierra y nos divertimos muchísimo. Además, Lisboa tiene un montón de sitios donde aprender y divertirse y ayudan mucho a los estudiantes ERASMUS: nos hacen rebajas,  fiestas con entrada gratis ...

Respecto a la meteorología, cuando llegué estaba lloviendo y continuó así unos cuantos días más. Aunque hay que venir preparado porque hay días de bastante frío, en general la temperatura es muy agradable.

En pocas palabras... ¡una gran experiencia!.

Cristian Vilchez